El presidente encabezó una ceremonia en Tucumán por el aniversario de la Independencia
El mandatario volvió a impulsar la candidatura de su esposa a la presidencia y denunció "una campaña sucia".Durante su discurso también dio su respaldo al gobernador José Alperovich, que busca su reelección.
El presidente Néstor Kirchner vaticinó ayer que su esposa, la senadora Cristina Fernández, "va a hacer historia" como presidenta y denunció que está en marcha una "campaña sucia". Lo hizo en el marco de los festejos por el 191 aniversario de la Independencia en Tucumán.
"Que sigan adelante con esa campaña sucia, que nosotros vamos por el amor, la dignidad y por el encuentro de todos los argentinos", enfatizó Kirchner al encabezar el acto central por el Día de la Independencia en el Hipódromo del Parque 9 de Julio de esta ciudad, donde compartió palco con la ministra de Economía, Felisa Miceli, cuestionada por la oposición al ser hallado una bolsa con 61 mil dólares en el baño de su despacho.
El presidente habló durante diez minutos y le brindó además un explicito respaldo al anfitrión, el gobernador de esa provincia, José Alperovich, a quien le auguró que a fines de agosto "será reelegido como gobernador porque la gente votará por la transformación". También dio un tácito respaldo a Miceli, acicateada con denuncias por el hallazgo del dinero.
"El país tendrá una presidenta que va a hacer historia. Una mujer...una presidenta que viene dispuesta a profundizar el cambio con más cambio, a hacer el cambio dentro del cambio y a darle a la Argentina la construcción de dignidad y justicia que en definitiva el pueblo merece", sostuvo el presidente, ante la sonrisa y mirada atenta de su esposa.
Pero también a modo de despedida de su cargo, hizo una especie de balance de su gestión, con frases terminadas de una misma forma: "cumpliendo con la patria y con el pueblo", enumeró lo que consideró sus logros como bajar la pobreza, la desocupación, la reivindicación de la soberanía en Malvinas y la renegociación de la deuda externa con acreedores privados.
En el medio, pidió estar "atentos" a "intereses" de sectores "oligopólicos y monopólicos que se mueven en distintos sectores de la economía que quieren subordinar al pueblo" pero, enfatizó: "no lo van a poder hacer".
También Miceli.
Desde el palco miraba la ministra Miceli, que por el momento sus explicaciones fueron aceptadas, según dio cuenta el jefe de Gabinete, Alberto Fernández.
"El 28 de octubre -dijo Kirchner- las urnas se van a llenar de buena memoria y se van a terminar las especulaciones, operaciones que estamos viendo. Esa campaña sucia que estamos viendo días tras día", y enfatizó: "Que sigan adelante con esa campaña sucia que nosotros vamos hacia el amor, la dignidad y por el encuentro de todos los argentinos".
Previamente, el gobernador José Alperovich, que va por la reelección, había saludado al jefe del Estado y a Cristina, a quien llamó "futura presidenta de la Nación".
Junto al jefe del Estado, Cristina y Miceli viajaron en el avión presidencial el vice Daniel Scioli, su esposa, Karina Rabollini, el gobernador bonaerense, Felipe Solá, y los ministros, de Interior, Aníbal Fernández, de Planificación Federal, Julio De Vido; de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, de Trabajo, Carlos Tomada; de Justicia, Alberto Iribarne; de Defensa, Nilda Garré, y de Relaciones Exteriores, Jorge Taiana.
Un importante marco de gente tuvo el acto pese a la lluvia y a la temperatura rayana al cero grado, que quedó a la vista, cuando la respiración emergía en vapor de bocas y narices de los oradores ante el frío glaciar.
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