Como consecuencia del persistente corte de la única ruta de acceso a Argentina desde Tarija , el Gobierno de la Nación analizaba ayer la posibilidad de que un avión Hércules de la Fuerza Aérea Argentina, rescatara a las 100 personas varadas por el conflicto.
El panorama es preocupante, todavía no hay perspectivas de levantar los piquetes y lo que es peor, ha comenzado a faltar el combustible.
Los campesinos de Bolivia no dan el brazo a torcer desde el pasado jueves, en demanda de un fondo de ayuda agrícola de 5 millones de dólares entre productores, en concepto de asistencia para recuperarse de las inundaciones que los afectaron hace unos seis meses, la habilitación de un radar "antigranizo" y la distribución de regalías hidrocarburíferas en las comunidades de la zona.
Un centenar de argentinos, entre ellos 20 salteños, se encuentran a la espera que se libere la ruta para retornar al país en sus respectivos vehículos.
Ante esta situación el cónsul argentino en Tarija, Carlos Wydler, sostuvo que el Gobierno de la Nación podría enviar un avión Hércules para llevar a los argentinos que quieran dejar sus vehículos en Bolivia y buscarlos cuando termine el conflicto, si no prosperan las negociaciones para que los manifestantes los dejen salir por tierra.
Hasta ayer, se intentaba negociar con representantes de los campesinos para que permitieran el paso de los vehículos argentinos en una caravana con custodia policial, pero aparentemente era poco probable que los manifestantes aceptaran esta propuesta.
Según datos proporcionados por el Consulado Argentino, 20 de las personas en espera son de Salta, 17 de Tucumán, 6 de Córdoba, 5 de Capital Federal, una de Mendoza, una de Santa Fe y el resto de Jujuy.
Cabe destacar que los piquetes interrumpen la única ruta segura hacia Argentina, ya que hay otro paso a través de la localidad boliviana de Villazón, pero no se puede atravesar en cualquier vehículo. Iruya.com
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