HISTORICA CONDENA / Fue en el marco del "genocidio"
El tribunal lo encontró partícipe de detenciones clandestinas, torturas y homicidios durante la última dictadura.
La sala del Tribunal Oral de la Plata se transformó ayer en una improvisada celebración para los organismos de derechos humanos, cuando el presidente del jurado que enjuició al ex capellán de la Policía Bonaerense leyó la sentencia que condenaba al religioso a "reclusión perpetua e inhabilitación para ejercer cargos" de por vida.
Carlos Rozanski, Horacio Isaurralde y Norberto Lorenzo dieron el veredicto por los delitos de lesa humanidad cometidos por el sacerdote Christian Von Wernich, "enmarcado dentro del genocidio ocurrido en el país entre 1976 y 1983". En la sentencia, también quedó explícito que cumplirá la condena en la cárcel de Marcos Paz.
Cuando finalizó la lectura de la resolución, militantes de derechos humanos levantaron pañuelos blancos con la imagen de Jorge Julio López, el testigo en la causa contra el represor Miguel Etchecolatz desaparecido desde el 18 de septiembre de 2006. "Ahora, resulta indispensable, aparición con vida y castigo a los culpables", entonaron mientras aplaudían la sentencia que condenó a Von Wernich.
Los festejos también continuaron a la salida de los tribunales, ubicados en la calle 8 entre 50 y 51 de la ciudad de La Plata. Allí, una decena de agrupaciones de izquierda y piqueteros arrojaban bombas como celebración por la sentencia, que en definitiva era el motivo por el cual habían soportado la intensa lluvia que cayó durante toda la jornada de ayer. Como remate, prendieron fuego a una careta que representaba a un demonio vestido de sacerdote.
Decenas de crímenes
La lectura de la sentencia fue reiterativa, ya que los cargos que se le atribuían a Von Wernich eran los mismos, pero cometidos a distintas personas. Fue considerado partícipe necesario en la privación ilegítima de personas, coautor en la aplicación de tormentos y coautor de siete homicidios.
En ese momento se produjo uno de los picos de algarabía entre los militantes de derechos humanos que presenciaron, a sala llena, la lectura del veredicto. Es que los fiscales Carlos Dulau Dumm y Felix Crous habían acusado a Von Wernich por seis homicidios, ya que no consideraron probado el homicidio de la desaparecida María del Carmen Morettini.
Cuando Rozanski leyó que el religioso también era sentenciado por ese asesinato, el público aplaudió la decisión. Cabe recordar que los abogados querellantes habían disentido con los fiscales porque no habían pedido la sentencia en esta causa, conocida como del "grupo de los siete", en referencia a siete jóvenes detenidos-desaparecidos que fueron vistos en el centro clandestino de detención que funcionó en la Brigada de Investigaciones de La Plata.
Una defensa sin arrepentimientos
La defensa del sacerdote, encabezada por Juan Martín Cerolini y Marcelo Peña, no desconoció que hubo torturas, desaparecidos ni homicidios, pero los abogados pretendieron desligar a Von Wernich de las causas. Dijeron que el sacerdote concurría a darles "el sacramento" tanto a los oficiales como a los detenidos.
En el alegato de la defensa, que duró un poco más de dos horas, también intentaron minimizar los testimonios de los testigos que declararon en las audiencias que se realizaron desde julio último. "No provienen de testigos directos, sino que son dichos de referencia".Ante una sentencia que se avecinaba en contra de su defendido, Peña hizo reserva de apelar el fallo ante la Cámara de Casación Penal e hizo reserva del caso federal. Sin embargo, para el tribunal, los testimonios tuvieron un papel central para el dictado de la sentencia. Los fundamentos de la resolución judicial se conocerán el próximo 1 de noviembre.
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La Iglesiano lo condenó
La Conferencia Episcopal Argentina que preside Jorge Bergoglio señaló anoche que la sentencia debe servir para "la reconciliación" y "es un llamado para alejarse tanto de la impunidad, como del odio y el rencor", al tiempo que expresó su "dolor" por la "participación de un sacerdote en delitos gravísimos".
La Iglesia Católica reflotó además la posición adoptada en 1995 cuando la Conferencia planteó que si un miembro de la Iglesia hubiera avalado "la represión violenta, habría actuado bajo su responsabilidad personal".
El comunicado de la Conferencia Episcopal Argentina expresó que "los pasos que la Justicia da en el esclarecimiento de estos hechos, deben servir para renovar los esfuerzos de todos los ciudadanos en el camino de la reconciliación y son un llamado a alejarnos tanto de la impunidad, como del odio y el rencor".
El comunicado lleva la firma de Bergoglio; del vicepresidente primero de la Conferencia y arzobispo de Tucumán, Luis Villalba; del vice segundo y obispo de Lomas de Zamora, Agustín Radrizzani y del secretario general y obispo de San Miguel, Sergio Fenoy. Por otra parte, el obispado de 9 de Julio dará a conocer una posición sobre el caso, que podría llegar a una sanción de inhabilitación de por vida para ejercer el ministerio.
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